FILLA DEL SEU PARE
FESTIVAL TEMPORADA ALTA, 2015
SINOPSIS FILLA DEL SEU PARE:
Es fin de año. En la intimidad, Hedda, juega con las pistolas que heredó de su padre y a veces siente la tentación de disparar. Acaba de regresar de viaje de bodas con Tesman, su marido, un hombre con aspiraciones sociales que lleva con orgullo las alpargatas de su tía fallecida. Lo hace para impresionar Lovborg, su rival, un escritor maldito que visita el matrimonio buscando el modo de publicar su segundo libro: una obra maestra que ha escrito gracias al amor de una mujer.
SOBRE HEDDA GABLER
Hedda se acaba de casar y por delante le espera la maternidad, el hogar, y la vida social. No se espera nada más de ella y se despide de las noches alocadas y la fiesta donde sentía rozar la libertad. Ahora se hace mayor y es hora de sentar la cabeza. No sólo renuncia a la vida que merecía porque es destructiva, también renuncia a encontrar la "persona" que le hubiera gustado ser para vivir atrapada en el rol mujer.
Por eso pensamos que Hedda Gabler es la historia de una depresión. Un triste homenaje a la vida sin vitalidad, o bien, a la muerte en vida, porque, en efecto, Hedda no quiere vivir estando viva. Quiere vivir estando muerta, atrapada en el rol. Este -sospechamos- es su dolor existencial: la rendición a encontrar "la persona" que podría haber sido para mantenerse conectada al sistema que lo admira. Hedda se niega a encontrar una conexión profunda en sí misma. Ella misma apaga su luz, cava su tumba.
Hedda ha renunciado a ser persona porque para serlo debería vivir. Y vivir implica luchar, actuar, arriesgarse, amar, destruirse y finalmente, morir. Renuncia porque siente que este mundo no tiene nada que ver con ella, que es un mundo de hombres, hecho por hombres, y los hombres, y la lucha por la igualdad se le hace angustioso. Una bandera que no se ve capaz de sostener. Por tanto, si decide no ser persona no le queda otro remedio que vivir atrapada en el rol, siendo consciente del engaño que representa el rol. Vive siendo un títere, incapaz de hacer frente a una lucha que sabe que no ganará.
Tampoco quiere ir a la batalla porque implicaría sacrificios materiales, dejar una vida cómoda. Prefiere la conexión con este materialismo y el bienestar que la conexión con sí misma, su esencia. Es posible que no crea en su esencia ni la esencia de nadie. Es así como la depresión avanza y su vida se convierte en una tragedia.