Mientras tanto, J.R, preocupado por los crímenes que realiza Lupita sin saberlo, se dedica a arruinar a la familia participando en concursos nocturnos en la tele confiando en que llegue el ansiado premio y poder huir de esta sociedad en la que se siente aprisionado. La constante vigilancia hacia Lupita  provoca en ella una insoportable claustrofobia y ganas de salir corriendo.

Una noche, Lupita salva a un turista que fue herido y secuestrado por el hombre que lo hospedaba. En realidad, el secuestrador es Santa Claus que lo utiliza como pieza central para vengar a su madre. La aparición del turista en la casa provoca un efecto no deseado en J.R, que lo ve como una amenaza para su familia. Quiere deshacerse de él sin dejar rastro. Lupita, en cambio, encontrará en el extranjero una puerta para escapar del país, juntamente con Charlie, y así, liberarse de J.R y de su constante control. Para ello deberá salvarlo del destino que le tiene reservado J.R.